martes, 29 de septiembre de 2009

La función social de la educación

“LA FUNCIÓN SOCIAL DE LA EDUCACIÓN”
L.E. CLAUDIA IVETTE MUÑOZ PÉREZ
PROFESORA TITULAR DE ASIGNATURA DE LA ESC. PREP. ISAAC ARRIAGA DE LA U.M.S.N.H.
ESTUDIANTE DE LA MAESTRÍA EN EDUCACIÓN SUPERIOR DEL CIDEM

I. EL HOMBRE Y EL CONOCIMIENTO
A lo largo de la historia, el hombre ha evolucionado y progresado gracias a la búsqueda incansable por encontrar la verdad, la cuál le ha permitido desarrollarse y dirigirse adecuadamente en su vida natural y social. Esa verdad ha generado en el individuo su modo de conocer.
No se sabe cuál fue el primer acto educativo que tuvo el hombre, pero lo que si sabemos es cómo el conocimiento a lo largo de la historia le ha permitido entender el medio que lo rodea, le ha concedido desarrollarse humanamente y una manera de comprenderlo es mediante el modo de conocer, entendiéndose cómo la información que extrae el sujeto por el contacto directo con las cosas. Es en el medio sociocultural donde se gesta y se desarrolla el conocimiento: entendiéndose como “la habilidad preponderantemente humana en la que se relaciona un sujeto que conoce con un objeto por conocer”[1].
Desde los primeros momentos de su existencia, el hombre se tuvo que agrupar o relacionar para afrontar el medio que le brindaba los medios de subsistencia y por tanto desarrollarse, es así que siempre ha mantenido relaciones activas y complejas enfrentando los problemas y buscando las soluciones que el medio externo le presenta, por tanto el hombre tuvo que agruparse para hacerle frente a su medio.
El proceso cognitivo inicial del individuo fue de manera mecanicista, donde el conocimiento se producía con el objeto, es decir del contacto directo, y fue así que el hombre se fue relacionando con la realidad.
A medida que el hombre se fue adaptando a su medio natural, se agrupó socialmente para satisfacer otro tipo de necesidades, las de pertenencia, y fue así que desarrolló una nueva concepción de la vida, por ello comenzó a reflexionar sobre el porqué y el para qué de las cosas, generando un nuevo proceso cognoscitivo basado en la actividad mental, como resultado los razonamientos.
Posteriormente, fue generando nuevas formas de entender la realidad, a través de la experiencia y de sus sentidos, creando un sentido común sobre las cosas. Pero cuando el hombre no se conformó con suposiciones y se enfrentó a situaciones nuevas que le exigían nuevas respuestas, fue que desarrolló otro tipo de conocimiento: el científico, el cuál se distingue por ser objetivo, racional y sistemático. Es así que se derivó la ciencia, como actividad del conocimiento que se centra en la razón que comprueba y verifica la idea que se tiene del objeto con el objeto mismo.
El conocimiento, no es un proceso aislado, sino que forma parte de la actividad humana, por lo que es un producto social, y a esto le llamamos cultura.
II. SOCIEDAD Y CULTURA
El hombre vive y se desarrolla en un mundo de cosas y personas, en él encontramos objetos sin vida, como las piedras, los fenómenos atmosféricos como el sol o la lluvia y a los seres orgánicos como las plantas y los animales. Todas éstas cosas constituyen el mundo natural, además encontramos otros objetos que son producto de la actividad del hombre que tienen una significación, a esto conocemos cómo cultura.
Por cultura, se entiende cómo “todas las costumbres, creencias, valores, conocimientos y artefactos que se aprenden y los símbolos que se comunican constantemente entre un conjunto de personas que comparten una forma de vida común”[2].
La cultura puede clasificarse en dos partes fundamentales: la material y la inmaterial. La primera está formada por todos aquellos objetos o artefactos que el hombre construyó con la finalidad de obtener alguna utilidad. Por lo contrario, la cultura inmaterial consiste en la creatividad del hombre expresado como valores, creencias, normas, costumbres, símbolos, lengua, tradiciones.
En su integración, el hombre descubrió, creó y desarrolló significados que incorporó a la cultura, ya que, ninguna producción cultural nace y se desarrolla prescindiendo de su contexto permitiendo enriquecer los vínculos sociales. .
En el sistema de interrelaciones el hombre desarrolla su condición social, la que durante su vida asimila la cultura creada por las generaciones pasadas, de tal manera que la sociedad aspira a perpetuarse, en el sentido de su desenvolvimiento pasado y de sus aspiraciones presentes, y lo consigue transmitiendo a los nuevos miembros, su herencia de conocimientos, de experiencias lógicas y universales a través de las cuáles el hombre ha ido construyendo su capacidad de conocer.
La sociedad debe garantizar, la trasmisión de la cultura a las nuevas generaciones para que el significado histórico-social prevalezca generación tras generación. Ésta trasmisión es la Educación, que a su vez es la trasmisión de la cultura del grupo de una generación a otra, a ésta educación se le llama educación cultural.
De aquí que las funciones que debe cumplir la educación con respecto a la cultura son: facilitar la creación, conservación y reproducción de la cultura y por otra parte posibilitar el desarrollo cultural del hombre. En el primer caso, se trata de una educación cultural objetiva; en el segundo de una formación cultural subjetiva. Por ello, la educación como función cultural ha sido definida por Spranger del siguiente modo: “Educación es aquella actividad cultural consciente que presta un auxilio, dirigido por valores, al desarrollo con el fin de transformar la cultura objetiva en capacidad cultural subjetiva”[3]
III. SOCIEDAD Y EDUCACIÓN.
La educación, al ser de carácter social será el medio o instrumento que garantice la prolongación social es decir, no hay educación sin sociedad y sociedad sin educación, por lo que se convierte en una necesidad tanto individual como social, teniendo cómo función social garantizar la continuidad humana, es decir, necesitamos de la educación para vivir.
Los pedagogos más importantes cómo Spranger dice: “La educación es una actividad humana que se ha realizado por sí misma desde los tiempos más primitivos aún sin una teoría manifiesta”. Dewey afirma “Lo que la nutrición y la reproducción son para la vida fisiológica, es la educación para la vida social”[4]. La educación ha sido y es una realidad y necesidad social.
Kant, distingue a la humanidad de los animales por un rasgo peculiar y determinante, la educación. Señala que “el hombre es la única criatura que ha de ser educada”[5]. Caracteriza en general a la educación como el conjunto de cuidados que incluye sustento, manutención, disciplina, instrucción y educación.
Para Dilthey, “La educación es una función de la sociedad. La educación en tanto que adapta los jóvenes a las necesidades de la sociedad, es también una necesidad de la sociedad. Esta función tiene que ser ejercida desde dentro de ella para que la sociedad alcance su fin”[6]
En efecto, la educación es un elemento de sobrevivencia social, pero además, es una tendencia al desarrollo y perfeccionamiento entendida como la aspiración que todo individuo tiene por ampliar sus conocimientos y progresar dentro de las actividades que realiza en su medio social. Por tanto la educación es un proceso de empeño continuo.
Puede decirse que la Educación presenta dos características universales: la llamada vertical, la que se da desde el nacimiento hasta la muerte y la horizontal, la educación que alcanza todas las manifestaciones del hombre desde la orgánica hasta la espiritual.
Podemos decir hasta ahora, que la educación ha existido desde los comienzos de la sociedad humana y continuará mientras exista, hoy en día al hablar de educación estamos refiriéndonos a un modo sistemático por medio de la escuela y el educador, siendo ésta intencional o directa. Por lo que, cuando el individuo en sus comienzos, se formó y se desarrolló por sí mismo se le denomina autoeducación.
Hasta aquí podemos destacar la función social que ha cumplido la educación, como realidad, como necesidad, como aspiración y como desarrollo de la sociedad.
IV. LA EDUCACIÓN EN LA SOCIEDAD.
La educación tiene una función intencional, esto es ejercer influencias en los individuos. Al ser el individuo un ser social y al interactuar, señala René Hubert: “la educación es el conjunto de las acciones y de las influencias ejercidas voluntariamente por un ser humano sobre otro ser humano, en principio por un adulto sobre un joven y orientada hacia un fin que consiste en la formación en el ser joven de las disposiciones de toda especie correspondientes a los fines a que, llegando a la madurez, está destinado”[7].
Esas acciones e influencias que se ejercen entre un ser sobre otro ser, es lo que conocemos por socialización, la cuál se entiende cómo “el procedimiento mediante el cual un individuo biológico se transforma en individuo social a través de la herencia social que se transmite por los principales agentes de socialización: la familia, la escuela, amigos, organizaciones religiosas y medios de difusión entre otros como agentes del proceso de socialización”[8].
La educación social se realiza principalmente de dos modos: espontáneamente e intencionalmente, el primer modo supone la mera relación o contacto del individuo con los demás (socialización inicial o primaria) donde se lleva a cabo en la familia siendo ésta el primer grupo social donde los nuevos individuos (niños) aprenden los elementos básicos de la conducta y la disciplina así como adquiere su personalidad y el segundo (educadores)(socialización secundaria o continua), es aquí donde se prepara a los individuos para enfrentarse a la vida social, la cuál está en constante transformación, llevando a formar nuevas generaciones conforme a sus modos de vida, aquí los individuos construyen su identidad.
Ahora bien, el medio socializante lo constituye la educación, y es ésta la que hace al hombre miembro activo de la vida social, además el proceso de socialización es constante e interminable y se enfoca al logro del perfeccionamiento individual. El perfeccionamiento significa el logro en cada persona de superar cada vez más metas cuyo objetivo es la plenitud espiritual. Con ello la educación tiene la finalidad de int6egrar una personalidad única al individuo que le permita desarrollar al pleno sus potencialidades.[9]
El hombre que la educación quiere realizar en nosotros señala Durkheim: “no es el hombre tal como lo hizo la naturaleza, sino tal como la sociedad quiere que sea”[10]. Esto implica que la educación es impartida necesariamente en esa sociedad por ella y para ella.
Esto es que el hombre al interactuar y vivir con los demás, ejerce una influencia recíproca entre los miembros de la sociedad, es decir, no cabe educación sin influencia social siendo la educación un reflejo de la sociedad.
Así el proceso educativo se desarrolla con la finalidad de ser un sistema que influya en los miembros de la sociedad. Es un proceso que se desarrolla con la actividad docente que se fundamenta en la concepción teórica pedagógica generalizada e intencionalmente dirigida a preparar a los sujetos sociales para la vida.
CONCLUSIÓN

El hombre se educa por una cuestión fundamental que es la necesidad de sobrevivir, para conocer la verdad y realidad, que le permita desarrollarse en su medio natural y social. Por ello, la sociedad tiene como función el educar para que cobre significado la existencia del hombre, pero sobre todo que éste alcance sus fines o aspiraciones, como son el perfeccionamiento individual y por tanto el desarrollo humano.

La cultura es una de las manifestaciones que la sociedad debe transmitir generación tras generación para que el significado histórico-social prevalezca. De aquí que las funciones que debe cumplir la educación con respecto a la cultura son: facilitar la creación, conservación y reproducción de la cultura y por otra parte posibilitar el desarrollo cultural del hombre.
La educación le da al hombre la posibilidad de transformarse para alcanzar la plenitud misma, que como lo señaló Aristóteles, le permitirá ser feliz. La visión de la educación sería que el hombre a partir de ésta alcanzará su libertad absoluta que le permitiera aspirar a ser un ser perfecto. Si la sociedad aspirara a formar hombres felices, libres y perfectos, la educación estaría cumpliendo su misión.







BIBLIOGRAFÍA


· Valeriano Galeana Eduardo, Arciniega Romero Guadalupe, Espinosa Rivera María Graciela, Juárez Martínez Andrés, Vázquez Saldaña Rogelio. (2005). Sociología. México: McGraw-Hill.
· Luzuriaga, Lorenzo. (1991). Pedagogía. Argentina: Losada.
· García Pineda, Leticia. (2007). ilustración, Autonomía y Formación: La Filosofía de la pedagogía de Kant. México: Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
· Jiménez-Ottalengo, Regina, Moreno Valle, Lucina. (1997). Sociología de la Educación. México: Trillas.
· Villalpando, José Manuel. (1968). Filosofía de la educación. México: Porrúa.
· Hubert, René. (1959). Tratado de Pedagogía General. Argentina: El Ateneo.
[1] Valeriano Galeana Eduardo, Arciniega Romero Guadalupe, Espinosa Rivera María Graciela, Juárez Martínez Andrés, Vázquez Saldaña Rogelio. (2005). Sociología. México: McGraw-Hill. p. 4.
[2] Ibidem, p. 58.
[3] Luzuriaga, Lorenzo. (1991). Pedagogía. Argentina: Losada. p. 48.
[4] Ibidem, p. 37.
[5] García Pineda, Leticia. (2007). ilustración, Autonomía y Formación: La Filosofía de la pedagogía de Kant. México: Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. p. 49
[6]Luzuriaga, Lorenzo. (1991). op.cit. pp. 38-39.
[7] Ibidem, p. 46.
[8] Jiménez-Ottalengo, Regina, Moreno Valle, Lucina. (1997). Sociología de la Educación. México: Trillas. p. 13.
[9]Cfr. Villalpando, José Manuel. (1968). Filosofía de la educación. México: Porrúa. p. 248.
[10] Hubert, René. (1959). Tratado de Pedagogía General. Argentina: El Ateneo. p. 44.